Muy pijo, pensaréis, Y lo es. Pero iba a ser una escapada en lancha, un chapuzón en un día caluroso de septiembre y de repente entre buceos, llega el aperitiv0, y éste, acompañado de Möet. No fue cosa nuestra, pero cualquier excusa es buena para celebrar algo, lo que sea. Así que celebrándolo estuvimos. ¿El qué? En realidad nada. Exaltación de la amistad y del amor.
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