Thursday, May 13, 2010
Amsterdam
A pesar de que me repito e insisto en que la primavera no llega y parece que nos acercamos más al otoño que a otra cosa, en Amsterdam parecía que estábamos entrando en el invierno.
La lluvia, los nubarrones, el frío helador, el viento, la lluvia otra vez... No le quitaron el encanto de la ciudad de los canales y las bicicletas por excelencia.
Me he venido con ganas de comprarme una preciosa bicicleta con cesta, complemento imprescindible para mis paseos sobre dos ruedas. Alguien me dice por ahí que no tiene mucha fe en mi y que por mucho que yo me vea a mi misma en bicicleta, regalarme una bici sería como el que me regala un taladro, algo que me puede hacer mucha ilusión, pero que en el fondo sabe que nunca voy a utilizar.
Tened fe. Mientras tanto voy mirando bicicletas tan bonitas como estas.
Bicicleta de Chanel.
Esta otra es de la marca Trussardi
Y esta de Kulls
Esta es mi preferida, de Comptoir des Cotonniers
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